La lava del volcán de La Palma cubre más de 166 hectáreas en el quinto día desde que comenzó la erupción, y hasta la tarde del miércoles había destruido 350 edificios, según el sistema de vigilancia de emergencias europeo Copernicus.
La colada principal, situada más al norte, se dirige en dirección al océano pero se mueve muy lentamente, a 4 metros por hora. Debido a la escasa viscosidad y a los accidentes del terreno, su curso se ha ralentizado, por lo que el Gobierno de Canarias no descartaba el miércoles que la colada no llegue finalmente al mar. La lava avanza muy lentamente y los expertos no tienen «la seguridad» de que llegue al mar
La lengua se ha ensanchado hasta los 600 metros y el frente, en algunos puntos, llega a los 15 metros de altura. La capa de ceniza es de tres centímetros a un kilómetro de distancia del origen de la erupción.
El Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan) informa de que la altura de la pluma volcánica se estima en 4,1 kilómetros por encima de la boca eruptiva.